En este óleo de Anne-Louise Girodet podemos ver un joven Dominique Larrey, el ideador de un sistema de ambulancias para atender a los heridos inmediatamente, lo que redujo significativamente el número de fallecidos durante las batallas. La primera referencia al uso del sistema de ambulancias de Larrey data de 1793, durante el asedio de Maguncia. Cinco años más tarde, en 1798, Larrey organizaría un equipo de ambulancias volantes y cirujanos para las campañas de Napoleón en Egipto.
En el siglo XVIII, las batallas dejaban un abrumador balance de muertos. Ello se debía no sólo al mortífero armamento de la época, sino también a la tardanza con que se atendía a los heridos, quienes debían esperar que finalizara la lucha para que los recogieran, y eso sólo si habían ganado los suyos; en caso contrario, podían ser desvalijados y rematados por el enemigo o abandonados a una cruel agonía.