¡Una igualdad de vehículos que necesitamos urgentemente!
En un mundo donde los servicios al ciudadano son la prioridad número uno, es realmente sorprendente cómo algunas diferencias obvias parecen pasar desapercibidas. Sí, queridos lectores, estoy hablando de esa inquietante pregunta que todos nos hemos planteado: ¿por qué la mayoría de los servicios al ciudadano en sus vehículos van dos personas o más, mientras que en las ambulancias, solo va un técnico de emergencias sanitarias? ¿Acaso los Técnicos en Emergencias Sanitarias (TES) son seres superpoderosos capaces de hacer malabares con las emergencias, la conducción y los pacientes a la vez? ¡Oh, espera! Sí, eso debe ser.
Imagínense la escena: un bombero al volante de un camión de bomberos es un verdadero héroe, un ser lleno de destrezas y habilidades que, sin duda, son potenciadas por el simple hecho de tener sus manos en el volante. Igualmente, un policía nacional o un guardia civil que se sienta tras el volante son dignos de elogio, personas multifacéticas que pueden proteger y conducir al mismo tiempo. Pero, ¿y los TES? ¡Qué desgracia! A ellos solo se les permite conducir, como si fueran meros conductores de autobús.
Pero, ¡alto ahí! ¡No se vayan todavía! Si pensaban que esto era solo una cuestión de desigualdad, permítanme iluminarles con la hipocresía que rodea a nuestras queridas administraciones públicas. En un mundo donde luchamos por la igualdad, resulta desconcertante que se mantengan estas diferencias flagrantes. Porque sí, queridos lectores, hay una asociación valiente llamada Platesa que lucha incansablemente por la igualdad. Imaginen un mundo donde un TES sea capaz de conducir y atender a los pacientes y accidentados a la vez. ¿Es eso pedir demasiado? ¿Es acaso mucho querer que los TES sean tratados como los superhéroes que son, capaces de enfrentarse a cualquier situación mientras manejan un vehículo?
Aplaudamos a nuestras autoridades por mantener viva la hipocresía. ¿Quién necesita un equipo completo de atención médica en una ambulancia cuando podemos tener solo un conductor? ¡Viva la eficiencia! ¡Viva el ahorro de costes! Quién necesita esa tontería de tener a alguien que se dedique exclusivamente a atender a los heridos cuando podemos tener a un conductor multitarea que hace de todo.
En fin, queridos lectores, mientras nuestras administraciones públicas continúen disfrutando de su juego de diferencias y desigualdades, al menos tenemos a Platesa luchando por esa igualdad perdida. Porque, en última instancia, lo que todos necesitamos en este mundo es un TES que pueda hacerlo todo. ¿No es eso lo que realmente importa?
Y así, mientras esperamos ansiosos la llegada de ese glorioso día en el que los TES se conviertan en los auténticos «hombres orquesta» de la atención sanitaria, no podemos evitar maravillarnos ante la brillantez de nuestras administraciones públicas. ¿Cómo podríamos siquiera atrevernos a cuestionar su sabiduría al mantener estas diferencias tan lógicas y coherentes?
Es evidente que el simple hecho de conducir un vehículo de emergencias es más que suficiente para clasificar a un TES como un simple conductor. Claro, no importa si están capacitados para brindar atención médica de primer nivel, si conocen las técnicas de reanimación cardiopulmonar, si son expertos en estabilizar a los heridos o si pueden tomar decisiones cruciales en situaciones críticas. No, no, eso no es relevante en absoluto. Su verdadero valor radica únicamente en su habilidad para poner el pie en el acelerador y mantener el vehículo en movimiento.
Oh, queridas administraciones públicas, gracias por mostrarnos la verdadera esencia de la hipocresía. Mientras promueven la igualdad en otros ámbitos de la sociedad, mantienen estas diferencias abismales en el mundo de los servicios de emergencia. Por supuesto, podemos argumentar que un TES podría necesitar toda su concentración y habilidades para atender a los pacientes en lugar de distraerse con la conducción. Pero eso sería demasiado sensato y lógico, ¿no creen?
En resumen, vivimos en un mundo donde un TES solo es considerado un simple conductor en muchos ámbitos. Donde las ambulancias son manejadas por verdaderos superhéroes capaces de atender emergencias y conducir al mismo tiempo. Donde la igualdad brilla por su ausencia en las políticas de nuestras administraciones públicas. Pero no se preocupen, porque Platesa está ahí, luchando incansablemente por la igualdad y el reconocimiento que los TES merecen.
Así que, mientras esperamos ese día glorioso en el que los TES sean vistos como los profesionales valiosos y competentes que son, sigamos disfrutando de la irónica contradicción que nos brindan nuestras administraciones públicas.
Porque, después de todo, ¿quién necesita atención médica especializada cuando se puede tener un conductor multitarea al volante de una ambulancia?
