La precaria situación económica de los Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES) ha llevado a muchos de ellos a buscar empleos adicionales para poder complementar sus ingresos y alcanzar un sueldo decente. Aunque su labor es fundamental para garantizar la atención de emergencias médicas, el bajo nivel de los convenios colectivos negociados por la patronal y los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) ha generado una situación insostenible.
Estos profesionales de la salud, altamente capacitados y dedicados a salvar vidas, se ven obligados a enfrentarse a múltiples dificultades en su día a día debido a la falta de retribuciones justas. A pesar de la importancia de su trabajo y las responsabilidades que asumen, se encuentran con salarios insuficientes que no se corresponden con la dedicación y los riesgos a los que se enfrentan diariamente.
Es alarmante constatar que, mientras estos técnicos se esfuerzan por brindar una atención de calidad y salvar vidas, sus propias condiciones laborales se ven gravemente afectadas. Las largas jornadas de trabajo y la acumulación de horas extras no solo ponen en riesgo su salud y bienestar, sino que también afectan su rendimiento y capacidad para atender a los pacientes de manera adecuada.
La falta de retribuciones justas no solo tiene un impacto negativo en los trabajadores, sino que también repercute en la calidad del servicio ofrecido a los pacientes y heridos. La sobrecarga laboral y la fatiga pueden afectar la capacidad de respuesta y la eficacia de los TES, lo que se traduce en un menor nivel de atención y cuidado para aquellos que más lo necesitan en momentos críticos.
Es crucial reconocer la labor fundamental que realizan los Técnicos de Emergencias Sanitarias y garantizarles unas condiciones laborales dignas y remuneraciones adecuadas. Esto implica la necesidad de revisar y mejorar los convenios colectivos vigentes, teniendo en cuenta las demandas y necesidades de estos profesionales, así como de garantizar la seguridad de los traslados y la reducción de la carga horaria.
Asimismo, es esencial que los sindicatos y la patronal se comprometan a negociar acuerdos que reflejen la importancia y el valor de los TES en el sistema de emergencias sanitarias. No podemos permitir que aquellos que dedican su vida a salvar la de los demás se vean forzados a buscar empleos adicionales para sobrevivir.
En definitiva, es necesario que las autoridades competentes y los actores involucrados tomen conciencia de la situación precaria en la que se encuentran muchos Técnicos de Emergencias Sanitarias. Se deben buscar soluciones que garanticen retribuciones justas, condiciones laborales adecuadas y un reconocimiento acorde a su labor, con el objetivo de proteger tanto a los trabajadores como a los pacientes que dependen de su profesionalismo y dedicación en momentos críticos.