Estimados ciudadanos, empresarios, dirigentes del Sistema de Salud y políticos que nos representáis:
Nos dirigimos a ustedes en calidad de representantes de PLATESA, la asociación que integra a los Técnicos en Emergencias Sanitarias. Lo hacemos con un sentimiento de urgencia y con la esperanza de que nuestras palabras no caigan en saco roto.
La labor de un Técnico en Emergencias Sanitarias es crucial para el bienestar de nuestra sociedad. Somos los primeros en llegar cuando la vida de alguien pende de un hilo, los que trasladamos a los enfermos a sus citas médicas y los que estamos en primera línea en situaciones de crisis. Sin embargo, la realidad que enfrentamos día a día es alarmante y merece ser expuesta.
Nuestros sueldos son precarios, y muchos de nosotros solo alcanzamos un salario mínimo a base de acumular horas extraordinarias. Esta situación no solo es insostenible, sino que también es injusta. No podemos seguir siendo el eslabón más débil de la cadena sanitaria, sacrificando nuestra salud y bienestar por un salario que no refleja la importancia de nuestro trabajo.
Además, las condiciones en las que realizamos nuestros servicios son muchas veces inadecuadas. Llevamos a los enfermos a sus citas médicas en vehículos apiñados, sin la posibilidad de prestarles la atención que requieren durante el trayecto. En situaciones de emergencia, donde cada segundo cuenta, nos encontramos en muchas ocasiones trabajando en solitario, lo cual pone en riesgo tanto nuestras vidas como las de los pacientes.
La falta de conciliación familiar debido a horarios y turnos abusivos es otra de las problemáticas que enfrentamos. Esto, sumado al estrés psicológico que conlleva nuestra labor y las incidencias diarias en el tráfico, nos sitúa en una posición de vulnerabilidad que no podemos, ni debemos, seguir tolerando.
Hemos cursado una amplia formación sanitaria, y se nos considera meros conductores, cuando realmente, salvamos vidas diariamente.
Es hora de que se nos escuche, de que se nos valore y de que se tomen medidas concretas para mejorar nuestras condiciones laborales. No pedimos privilegios, pedimos justicia. Pedimos que se nos permita realizar nuestro trabajo en condiciones dignas, que se nos remunere de manera justa y que se nos brinde el apoyo necesario para llevar a cabo nuestra labor de la mejor manera posible.
Esto es un grito desesperado que hacemos a todos los sectores implicados para que se unan a nosotros en esta causa. Es responsabilidad de todos garantizar que el sistema sanitario funcione de manera eficaz y humana, y eso solo será posible si quienes formamos parte de él podemos trabajar en condiciones justas.
P.D. Este no es solo un manifiesto, es un grito de auxilio. No podemos permitir que la situación actual continúe. Es hora de actuar.
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