La creciente polarización política y social que experimentamos actualmente es una realidad que pone a prueba la fortaleza de nuestro tejido cívico. Se espera que nuestros representantes políticos, seleccionados para dirigir los destinos de la comunidad, ejerzan su mandato en la búsqueda del interés colectivo, más allá de las diferencias partidistas. De igual importancia es el papel de los sindicatos, entidades que deben encarnar la defensa unificada de los derechos laborales, en lugar de dispersar sus esfuerzos en conflictos internos.
Observamos cómo la polarización está escalando a niveles que amenazan la estabilidad y la paz social. El ciudadano, a menudo influenciado por discursos polarizados, se encuentra en una encrucijada donde la discrepancia ideológica sobrepasa el debate democrático saludable. Esta situación no solo divide a la sociedad, sino que también cuestiona la capacidad de gestión equitativa de nuestros representantes políticos.
La gestión de un país no es tarea sencilla y requiere del compromiso y colaboración de todas las corrientes políticas. La pluralidad de opiniones es una característica intrínseca de las sociedades democráticas que debe ser canalizada hacia el desarrollo de políticas inclusivas y beneficiosas para todos.
En el terreno sindical, la situación no es distinta. Los sindicatos, que deberían ser bastiones de protección para los trabajadores, a veces se ven inmersos en enfrentamientos que debilitan su finalidad principal: mejorar las condiciones laborales de los empleados. Esta división mengua su capacidad negociadora y desvía su atención del objetivo principal que es la mejora continua del entorno laboral.
Desde PLATESA, la entidad que representa a los Técnicos en Emergencias Sanitarias de Andalucía, instamos a los sindicatos a consolidar sus fuerzas en pro de la defensa de nuestros derechos, especialmente en las negociaciones de los convenios colectivos frente a las asociaciones empresariales. Solo a través de la unidad y colaboración podremos construir un futuro donde la justicia social y laboral prevalezcan.
Es esencial que los agentes sociales, políticos y sindicales, se alineen con un propósito común y actúen con respeto y consideración mutua para alcanzar un progreso que incluya a todos. Los ciudadanos y trabajadores, especialmente los técnicos sanitarios, merecen un entorno que asegure sus derechos y fomente su bienestar integral. La fuerza reside en la unión, y es en esa unión donde encontramos el camino hacia el cambio positivo que nuestra sociedad requiere.
