Los Técnicos en Emergencias Sanitarias (TES) en Andalucía están atravesando una fase crítica en lo que respecta a la estabilidad económica. Lejos de presenciar un incremento en su poder adquisitivo con la firma del último convenio colectivo, se ha producido una significativa pérdida, que varía considerablemente entre las diferentes provincias de la comunidad autónoma, exponiendo a estos profesionales a una precariedad económica que merece atención.
Los datos son alarmantes y reflejan una dura realidad: en Granada y Huelva, la pérdida del poder adquisitivo alcanza el 5,90%, una cifra que, si bien es preocupante, no es la más grave. En Jaén, los TES han sufrido una reducción aún mayor en su capacidad económica, con una pérdida del 1,77%. Sin embargo, es en el conglomerado de Málaga, Sevilla, Almería y Córdoba donde se evidencia la mayor caída, con un 10,95%. Estas cifras no solo señalan una disminución directa en el valor real de los salarios, sino que también sugieren un deterioro en las condiciones de vida de estos trabajadores esenciales.
Este retroceso en el poder adquisitivo no solo es indicativo de una valoración económica insuficiente de la labor que realizan los TES, sino que también plantea serias preguntas sobre la equidad y la uniformidad de las políticas salariales en la región. La disparidad entre provincias subraya la existencia de una brecha que va en detrimento del principio de igualdad laboral y que pone en riesgo la calidad del servicio de emergencias sanitarias.
La situación se agrava al considerar el contexto económico más amplio, marcado por la inflación y el incremento en el costo de vida, factores que erosionan aún más el poder adquisitivo de estos profesionales. La realidad es que un TES en Andalucía hoy tiene menos capacidad para hacer frente a sus gastos y necesidades que antes de la firma del convenio, una situación que sin duda impacta su bienestar y su capacidad de concentración y respuesta en situaciones de emergencia.
Este análisis no solo debe servir como una llamada a la reflexión, sino como un impulso para la acción. Es imperativo que se reconozca la importancia del trabajo de los TES y se les compense de manera justa y proporcional al servicio crítico que prestan. Las autoridades deben intervenir para rectificar estas disparidades y asegurar que el sistema de emergencias sanitarias de Andalucía pueda contar con profesionales motivados, bien remunerados y, sobre todo, capaces de mantener su enfoque en lo que mejor saben hacer: salvar vidas.